Top de plantas que no necesitan luz

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La tendencia de usar plantas naturales en la decoración del hogar está tomando cada vez más fuerza. Pero en ocasiones, encontrar plantas que no necesitan luz es complicado, pudiendo resultar una tarea imposible mantener con vida aquellas que hemos elegido.

En este artículo podrás encontrar el top de plantas que no necesitan luz solar, es decir, plantas de interior que con pocos cuidados decorarán aquellas estancias menos iluminadas de tu casa.

Contenidos

Las mejores plantas para interiores sin luz solar o con poca luz

Begonias

Las begonias se caracterizan por tener colores muy llamativos. Son plantas de sombra y de ellas podemos encontrar más de 1500 especies diferentes. De ellas, aproximadamente 150 son las de uso más extendido en jardinería.

La ubicación ideal de este tipo de planta de interior es cerca de una ventana, donde reciba luz solar, pero que no sea directa.

Las begonias sembradas a través de semillas suelen tener un tamaño más pequeño que aquellas que crecen de tubérculos.

Se pueden clasificar a grandes rasgos en rizomatosas, tuberosas y fasciculadas.

Las begonias tuberosas

En este tipo de plantas, la raíz, al igual que por ejemplo en el caso de la patata, es un tubérculo.

La temperatura perfecta para mantenerlas en época de floración es alrededor de 18 °C, pudiendo bajar un poco fuera de este periodo. Si se ven sometidas a temperaturas más elevadas, tienden a perder sus hojas, cosa que suele ocurrir en verano (vuelven a aparecer con la bajada de temperatura del otoño).

Suelen desarrollar hongos, por lo que a pesar de ser plantas de interior resistentes, necesitan estar aireadas.

Las begonias fasciculadas

En este tipo de begonias, la raíz principal y las secundarias se desarrollan al mismo ritmo. Deben mantenerse por encima de los 10 °C y solo la variedad flor de azúcar (semperflorens) puede soportar la luz solar directa.

Al igual que en el caso anterior, necesitan permanecer aireadas.

Las begonias rizomatosas

Su tallo subterráneo actúa como órgano de reserva de agua y nutrientes. Deben conservarse a temperaturas por encima de los 15 °C y requieren muy poca agua.

Violeta africana

La violeta africana es una planta de interior de tamaño pequeño y se caracteriza por tener una intensa floración.

La más popular es la que presenta flores de color morado intenso, pero podemos encontrar una gran variedad de este tipo de planta.

Destaca que su floración se puede dar durante todo el año. Pero a pesar de que pueda vivir en el interior sin problemas, para conseguir esta floración continua debemos garantizar luminosidad. Si observamos que en algún momento la planta deja de dar flores, debemos de cambiar su ubicación.

Es conveniente abonar periódicamente.

Hay que tener especial cuidado con el riego, debiéndose hacer siempre desde abajo, colocando el agua en el plato inferior.

Aloe Vera

De sobra es conocida la resistencia y las propiedades medicinales del Aloe Vera. Esta planta prácticamente no necesita cuidados.

Debemos procurar un suelo rico en nutrientes y bien drenado, así como intentar que no se vea expuesta a temperaturas inferiores a 10 °C. Un exceso de riego también puede provocar que la planta se pudra.

Si en algún momento notamos que las hojas de nuestra planta cogen una tonalidad marrón, deberemos cambiar su ubicación a una más luminosa.

Menta

La menta es una planta bonita, aromática y con un sabor conocido por todos, debido a sus amplios usos en la industria alimentaria.

Al contrario de las anteriores plantas, la menta necesita ser regada de forma abundante y con mucha regularidad. La falta de agua provoca una floración prematura con la consecuente pérdida de las propiedades aromáticas.

Junto con el riego es recomendable utilizar un fertilizante adecuado.

A pesar de que la menta se encuentra entre las plantas que no necesitan luz solar de forma constante, es conveniente exponerla al menos 4 horas al día.

Ficus benjamina

El ficus benjamina es una de las plantas de interior más utilizadas como elemento decorativo en las casas. Esto es así porque requiere de pocos cuidados y crece de forma rápida, alcanzando aproximadamente 30 cm. de altura. Su principal característica es la perfecta adaptación a interiores.

Está habituada a ambientes entre 15 y 25 °C y a pesar de que no requiere de mucha frecuencia de riego (excepto en la época de crecimiento), es conveniente rociar las hojas y los tallos una vez al día con un pulverizador, sobre todo en épocas de temperatura elevada.

Si en algún momento notas que pierde las hojas, puede deberse a la falta de luz o de agua, pero a pesar de que puede quedarse completamente desnuda, tiene una gran capacidad para rebrotar.

Es posible reproducir la planta con esquejes, por lo que de forma sencilla puedes multiplicar en casa tu ficus benjamina.

Bromelia

La bromelia es una planta tropical y es una de las plantas para interior que menos cuidados necesita. Además es muy decorativa.

Originaria de Brasil, allí crece en los huecos de los árboles, por lo que tiene pocas raíces y necesita muy poco sustrato.

Por lo general es una planta grande, pudiendo llegar a medir, dependiendo de la variedad, hasta 1 metro.

Lo mejor es colocarla en un sitio luminoso (por ejemplo junto a una ventana) y evitar el contacto cercano con la calefacción.

Al igual que ocurre en otros casos, esta planta necesita alcanzar cierta madurez antes de presentar la primera floración. Esto normalmente ocurre transcurridos dos años desde la siembra.

Otra ventaja es que también es una planta muy fácil de reproducir a partir de esquejes.

Dentro de las bromelias podemos encontrar distintas variedades, que se diferencian por el tamaño, forma y color de las hojas. Las más conocidas son la Guzmania, Aechmea, Neoregelia, Vriesea y Tillandsia.

Cactus para interiores

Si en la actualidad podemos encontrar una tendencia para decorar en interior con plantas, sin duda es la de usar cactus.

Aunque originariamente los cactus son plantas de exterior, se adaptan perfectamente a ambientes interiores. Son resistentes y perennes, por lo que requieren de cuidados mínimos.

Existen fundamentalmente dos tipos de cactus de interior: cactus del desierto y cactus tropicales o cactus del bosque.

Cactus del desierto

Se caracterizan por estar cubiertos de espinas y pelos y podemos encontrarlos con infinidad de formas. Suelen florecer tras 3 o 4 años de su cultivo y es importante protegerlos de corrientes frías.

Cactus tropicales o cactus del bosque

El más conocido es el cactus de navidad. Como curiosidad, esta planta requiere de un periodo de descanso en un clima más frío, restringido el riego, para ser posteriormente trasladado a una zona más cálida. Esto favorece la floración.

En definitiva, si elegimos la variedad de planta para interior adecuada, podemos decorar nuestra casa con vegetación natural aunque no dispongamos de una luminosidad excesiva. En función del tamaño, tiempo disponible o estética deseados podemos encontrar la planta perfecta para nuestro salón.

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